Post Tenebras Lux

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jueves, 4 de junio de 2015

La Predicación, Marca Esencial de la Verdadera Iglesia - Paulo Anglada

Debido a que Cristo habla y se hace presente en la predicación gobernando y enseñando a la iglesia, la fe reformada es unánime en considerar que la predicación de la Palabra es una de las marcas de la verdadera iglesia. Diversos símbolos de la fe reformada, entre los cuales la Confesión Belga (artículo 29), la Confesión Escocesa de 1560 (artículo 18), la Confesión de la Iglesia Inglesa en ginebra de 1556 ( artículos 26-28), La Confesión de Fe Francesa de 1559, y la Segunda Confesión Helvética de 1566 (capítulo 17) profesan que la predicación pura y verdadera de la Palabra de Dios es una de las marcas por las cuales la verdadera iglesia de Cristo puede ser reconocida en este mundo. Lutero escribió que "únicamente Cristo es la cabeza de la cristiandad". El actúa a través del Evangelio predicado, del bautismo y de la cena del Señor, los cuales, por lo tanto, son también las señales por las cuales la verdadera iglesia se identifica(1). Para Calvino, Satanás intenta destruir la iglesia haciendo desaparecer la predicación pura (2). Consecuentemente, "las señales por las cuales la iglesia es reconocida son la predicación de la palabra y la observancia de los sacramentos, ya que estos, donde quiera que existan, producen fruto y prosperan por la bendición de Dios. No estoy diciendo que donde quiera que la Palabra sea predicada los frutos inmediatamente aparecen; pero donde quiera que sea recibida y habite por algún tiempo, ella siempre manifiesta su eficacia (3).

De hecho, entre las tres marcas de la verdadera iglesia (predicación, ministración de los sacramentos y ejercicio de la disciplina), la predicación es considerada la más importante. Primero, porque ella es fundamental para las otras dos marcas. Como vimos en la concepción reformada los sacramentos no pueden ser disociados de la Palabra, ni el ejercicio de la disciplina. Segundo, porque es a través de la predicación verdadera de la Palabra que los electos se congregan y son edificados. Berkhof, por ejemplo, afirma que, "estrictamente hablando, se puede decir que la predicación verdadera de la Palabra y su reconocimiento como el modelo de la doctrina y de la vida, es la única marca de la iglesia. Sin ella no hay iglesia, y ella determina la recta administración de los sacramentos y el ejercicio fiel de la disciplina eclesiástica" (4).

Herman Hoeksema, otro teólogo reformado, argumenta en la misma línea: "podemos decir que la única marca distintiva importante de la verdadera iglesia es la pura predicación de la Palabra de Dios. Donde la palabra de Dios es predicada y oída, ahí esta la iglesia de Dios. Donde esta palabra no es predicada, ahí la iglesia no esta presente. Y donde esta palabra es adulterada, la iglesia debe arrepentirse o morirá." (5) Hoeksema explica la razón de la primacía de la verdadera predicación como marca distintiva de la verdadera iglesia visible, como sigue:

La iglesia es edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, del cual Jesucristo es la principal piedra del ángulo. Otro fundamento algún hombre puede edificar. Este fundamento es precisamente la palabra de Dios , como contenida en las sagradas escrituras. Cualquiera que, aunque ocupe el lugar de un ministro de la palabra, proclame otro evangelio, la palabra de un simple hombre, no edifica sobre el único fundamento. Y lo que el edifica no es la verdadera iglesia de Cristo , sino una simple institución humana. Además de esto, agrada a Cristo llamar, perseverar y edificar su iglesia a través de la predicación de la palabra (6).

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Transcripción del libro de Paulo Anglada, Introducción a la Predicación Reformada ( en portugués) "Marca Esencial de la Verdadera Iglesia", Knox Publicaciones, pp74-76 ( con autorización)
(1)Martin Lutero , "Al respecto del papado en Roma contra el renombrado Romanista de Leipzig", en Marin Lutero: Obras seleccionadas , vol 2, El Programa de la Reforma: Escritos de 1520 en portugués ( São Leopoldo: Editora Sinodal e Porto Alegre: Concórdia Editora, 1989),199;
(2) Institución de la Religión Cristiana 4.1.11;
(3) Ibid 4.1.10. Ver tambien Juan Calvino, " Prefatory Address" , en Institutes of the Christian Religion, trad, Henry Beveridge (Albany, Oregon: AGES, 1996),27
(4) Louis Berkhof , Teología Sistemática, 3 Edición rev. en español, trad. Felipe Delgado Cortés ( Grand Rapids: T.E.L.L.;1976); 689.
(5) Herman Hoeksema, Reformed Dogmatics, 4 edición ( Grand Rapids: Reformed Free Publishing Association, 1985), 620
(6)Ibid., 621.

Traducción: Adriano Canuto y Celeste Ontivero, con permiso de la revista Os puritanos año XVI: N°2 : 2008, p 28

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