Post Tenebras Lux

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martes, 22 de septiembre de 2015

"La Santa Cena No Es Un Sacrificio" - Manoel Canuto




La doctrina Romana afirma que la Misa es un sacrificio idéntico al sacrificio de la Cruz (Catecismo de la Doctrina Cristiana- Católica Romana, pregunta 278). Afirma aún que es así porque Cristo, que se ofreció como víctima en el Calvario para Su Padre Celestial, se continúa ofreciendo de un modo incruento sobre el altar, cuando los sacerdotes católicos ministran la eucaristía. De esta forma la Iglesia Romana defiende que la misa es una continuación del sacrificio realizado por Cristo en la Cruz del calvario. De esta forma los romanos defienden que Cristo es crucificado de nuevo muchas, muchas veces. La diferencia seria que este acto hoy es sin derramamiento de sangre.

Afirman todavía que este supuesto sacrificio es tan eficaz para quitar el pecado del pueblo como fue el sacrificio de Cristo en el Calvario. Entonces, cada vez que una misa es celebrada, diariamente y millares de veces en todo el mundo católico, Cristo estaría siendo sacrificado y ofrecido repetidamente como expiación de los pecados del pueblo.

Si esto fuese verdad, la misa deja de ser un memorial, para ser un ritual en que el pan y el vino son transformados literalmente en la carne y sangre de Cristo- sería un sacrificio verdadero. Esto es rechazar la enseñanza de la Biblia que afirma que Cristo realizó un único y suficiente sacrificio al morir por Su pueblo:

"Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora , en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan" (Hebreos 9:24-38)

El Catolicismo Romano afirma que en el sacrificio de la misa, el sacerdote, que celebra el acto, se hace un "Alter Chistus", esto es "Otro Cristo", pues está sacrificando a Cristo en el altar y presentándolo como el salvador de las personas que participan del acto y librando las almas que están en el purgatorio. Es decir, el Cristo que esta en la hostia ( el pan consagrado y que faltando a la verdad, fue transformado en el cuerpo real de Cristo), esta verdaderamente sobre el altar y que los sacerdotes romanos lo tienen en su poder y en sus manos.

Nosotros, los cristianos creemos que todo eso es un sacrificio mentiroso y abominable a los ojos de Dios pues nunca puede ser el mismo sacrificio que el Señor Jesús realizó en el Calvario para remisión de los pecados de su pueblo. En la misa no hay ningún Cristo real, ni sufrimiento vicario y ni sangre derramada. Si no hay sangre derramada no hay remisión de pecados: "sin derramamiento de sangre no se hace remisión"(Hebreos 9:22). La misa en este punto es un desastre teológico, una monstruosidad doctrinaria y practica.

¿Qué piensan los reformadores con respecto a esta cuestión? Defendemos que la Misa es un acto idólatra y que la Cena del Señor siempre fue presentada en las Escrituras como una ordenanza y no como un sacrificio, siempre fue presentada como un memorial y no como un ritual perenne. Además de eso, Dios habla en todo el libro de Levítico que una ofrenda por el pecado no debía ser nunca una comida ni la sangre de animales y mucho menos la sangre humana era ingerida. El hecho de que en la Cena del Señor los elementos son comidos, es prueba clara que jamas esta Cena puede ser considerada como un sacrificio- es una celebración de una ordenanza, es un memorial.

Este número aborda la cuestión de la Santa Cena y trata de un aspecto importante, pero  descuidado en las iglesias históricas y reformadas de hoy. ¿Quién debe participar de la Santa Cena? Nuestro propósito es llamar la atención hacia nuestros orígenes reformados como a la importancia, seriedad, pureza y unidad en la ministración de la Cena del Señor. Nuestro deseo es rever la responsabilidad de los presbíteros, del liderazgo, en la celebración de este sacramento instituido por Cristo: La Santa Cena del Señor. Pero advertimos de los peligros de los excesos posibles que podrían suceder cuando se desea el celo en la casa de Dios. "no pensar más de lo que está escrito" (1Corintios 4:6 ).
Que esta revista traiga refrigerio a los lectores, pero también nos impuse a pensar mas en la importancia de la Santa Cena, tan descuidada hoy por el pueblo y por el liderazgo eclesiástico.
Buena Lectura!

Traducción del portugués : Adriano Canuto y Celeste Ontivero. Con permiso de Revista Os Puritanos
(Ano XIV:Nº2:2006 , P1, "A Mesa é do Senhor"Uma Ordenança Negligenciada. )

*Imagen: Juan Calvino negando la Cena a los libertinos.








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