Post Tenebras Lux

Post Tenebras Lux

jueves, 12 de noviembre de 2015

Para nuestros Niños: "El Don Gratuito de Dios" D. Kleyn


¿Has visto propagandas que prometen "¡Oferta gratis!"? A veces, nosotros recibimos propagandas por correo que anuncian "¡Gratis!". ¿Son, esas cosas, realmente gratis? Frecuentemente conseguís un artículo gratis únicamente si primero adquirís otra cosa, o necesitas pagar "flete". Tal vez hayas visto algunos jardines con alguna placa fijada donde se puede leer: "Gratis". Son cosas que los dueños no necesitan o no quieren más (1). Si vieras una propaganda que dijera "Ropa gratis" o "Juguetes gratis", ¿Qué pensarías? ¿Imaginarías que esa ropa o juguetes eran usados? ¿Presumirías que eran feos? Si supieras, con todo, que eran bonitos, nuevos en caja, cosas de valor... ¿correrías para conseguir alguno, o todavía quedarías pensando cuál era el trueque? En nuestra sociedad pocas cosas son gratis. Nosotros tenemos que comprar comida, ropa, material escolar, provisiones para la casa, y otras necesidades.
Pero, ahora, dirigí tu atención hacia la palabra de Dios. Allá nosotros leemos sobre la mayor oferta, el mayor Don que alguien ya dio: el Señor Jesucristo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"( Juan 3:16). Dios dio gratuitamente a su amado Hijo para salvación de pecadores en perdición. Sin embargo, a fin de dar a su pueblo el don de vida eterna, el Señor Jesús tuvo que sufrir y morir en su lugar. Cuán a menudo las personas dan sólo cuando ellas tienen mucho, o se deshacen de cosas que tienen poco valor para ellas, pero Dios no sólo dio a su Único Amado Hijo, sino que Él lo envió para pagar el terrible precio del pecado por personas que no merecen misericordia. Él fue azotado, maltratado y muerto de modo que Su pueblo pudiese ir libre. ¡Qué oferta increíble! ¿Podrías pensar que un don de eterno valor, gratis para todos, voluntariamente dado a tales miserables pecadores como nosotros, sería perseguido con entusiasmo por todos? Desgraciadamente, este no es el caso. Dios ofreció a los pecadores viles el don de Jesucristo, y nosotros lo despreciamos. ¿Quién sería tan insensato? ¿Cómo es eso posible? Eso es porque nosotros somos completamente depravados. Nosotros no estamos dispuestos a pedir por este indescriptible don porque somos pecadores por todos los lados. El don amoroso y glorioso del Padre Celestial es rechazado: ¿Él entonces destruye, a toda la humanidad, en justa ira? ¡No, sino más increíble todavía! Él envía Su Santo Espíritu para traer a Su pueblo de nuevo a sí mismo, de modo que ellos pidan por el Señor Jesucristo. ¿Qué harás sobre las las maravillosas noticias de este Don inestimable? ¿Rechazarías este precioso Salvador?, o, ¿lo buscarías? El Señor ordena en Su palabra que pidas por Él: "Así ha dicho Jehová el Señor: "Aún seré solicitado por la casa de Israel" (Ezequiel 36:37a). El Dios amoroso no sólo exige que pidamos por salvación, sino que Él promete responder nuestras oraciones. Jesús dice "(...) y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Juan 14:13). ¡Gracias a Dios por su don inefable!
______________________________________________
(1) Esa es una práctica muy común en los Estados Unidos.
Traducción: Canuto Adriano y Celeste Ontivero. Revisión: Valentina Villamizar. Con permiso de Revista Os Puritanos año XII: Nº1: 2004..

No hay comentarios:

Publicar un comentario